01/08/2025 00:00
Ubicado entre los viñedos y los montes de los Vosgos, Ribeauvillé es un punto de partida ideal para explorar las joyas arquitectónicas e históricas de Alsacia. La región está repleta de pueblos fortificados, cada uno con su propio encanto, murallas, torres medievales y callejuelas llenas de historia.
Aquí tenéis nuestro top 5 de pueblos fortificados para visitar durante vuestra estancia en Alsacia, todos a menos de 30 minutos de nuestro hotel en Ribeauvillé.
Kaysersberg ("la montaña del emperador") fue un importante bastión estratégico y hoy es considerado uno de los pueblos más bonitos de Francia (elegido “Pueblo favorito de los franceses” en 2017).
Con su puente fortificado (que alberga una capilla con una estatua policromada de la Virgen) y su castillo imperial sobre el valle, Kaysersberg os encantará por su entorno natural, arquitectura y tranquilidad.
También es la ciudad natal del Dr. Albert Schweitzer, humanista y Premio Nobel de la Paz.
Qué no os podéis perder en Kaysersberg: El castillo imperial y su vista panorámica desde la torre cilíndrica tras subir 122 escalones.
Ribeauvillé, antigua ciudad de los señores de Ribeaupierre, está dominada por tres castillos medievales: Saint-Ulrich, Girsberg y Haut-Ribeaupierre, todos accesibles a pie desde el centro. Históricamente fue protectora de juglares y músicos callejeros, y aún hoy se pueden escuchar melodías medievales, especialmente durante la famosa Fiesta de los Juglares (Pfifferdaj) en septiembre.
Qué no os podéis perder en Ribeauvillé: La Torre de los Carniceros (Tour des Bouchers) y el sendero de los castillos con vistas a la llanura de Alsacia.
Menos conocido, pero con gran encanto, Bergheim ha conservado toda su muralla medieval. Un paseo de 40 minutos permite descubrir sus fortificaciones dobles, con un foso ajardinado, un arroyo exterior, un muro de contrafuerte y nueve torres (una cuadrada y ocho redondas).
Su tranquilidad, hospitalidad y autenticidad lo hacen muy atractivo. Ganó notoriedad tras ser elegido “Pueblo favorito de los franceses” en 2022.
Qué no os podéis perder en Bergheim: El camino de ronda, la Porte Haute (imponente torre cuadrada de entrada) y el museo de la brujería, que recuerda los juicios del siglo XVII.
Eguisheim es uno de los pueblos más pintorescos de Alsacia, y fue elegido “Pueblo favorito de los franceses” en 2013. Su original estructura en círculos concéntricos alrededor del antiguo castillo ofrece un paseo encantador entre casas de colores y balcones con flores. Desde la colina de Schlossberg, donde están las ruinas de tres castillos, se tiene una vista magnífica del pueblo y los viñedos.
Qué no os podéis perder en Eguisheim: La plaza del castillo (con la fuente, la capilla de San León IX y los restos del castillo) y la iglesia de San Pedro y San Pablo.
Riquewihr, conocida como la perla del viñedo alsaciano, es una visita obligada. Su patrimonio medieval y tradición vinícola la hacen única. Rodeada de murallas, ha sabido conservar su encanto de antaño.
La Dolder, torre defensiva del siglo XIII, alberga un museo sobre la historia del pueblo. Desde lo alto se contemplan los tejados del pueblo, las colinas y la Selva Negra.
Qué no os podéis perder en Riquewihr: La torre Dolder, la Torre de los ladrones (antigua prisión con cámara de tortura), la Casa de los viticultores (siglo XVI), la tienda La Féerie de Noël y los paseos entre viñedos.
Si deseáis alojaros en Ribeauvillé, podéis reservar en el Hôtel de la Tour (centro) o en el Hôtel le Ménestrel (cerca de los viñedos).